El cierre contable nos permite entender la situación económica de nuestra empresa cuando llega el final de un período. Un termómetro de salud financiera y un proceso que implica revisar y ajustar todas las cuentas contables.
En Gestoría Iborra te hablamos del cierre anual contable, los pasos que debes seguir para hacerlo correctamente y te ponemos un ejemplo práctico.
¿Qué es el cierre en contabilidad?
Es el proceso en el que se revisan y ajustan las cuentas de una empresa al acabar un ejercicio económico (generalmente al cerrar el año fiscal). Durante este ejercicio, se registran cada una de las operaciones que se realizaron, teniendo en cuenta gastos y beneficios, y se calcula el resultado final, que será de beneficio o de pérdida.
De esta forma obtenemos una imagen clara y precisa de cómo le ha ido a nuestra empresa durante el año, y dejamos las cuentas “cerradas”, poniendo punto final a una etapa, y cumpliendo con las obligaciones legales y fiscales.
El cierre contable es importante por estos 3 puntos:
- Nos permite ser precisos y tener la garantía de que todas las transacciones han sido registradas correctamente.
- Cumplimos a nivel legal a la hora de presentar nuestros impuestos e informes regulatorios.
- Tenemos una foto de la salud de nuestra empresa, y podemos tomar decisiones informadas.

Aquí puedes leer nuestro artículo sobre qué es el beneficio fiscal.
Cómo hacer el cierre contable paso a paso
Vamos a ver cada uno de los pasos más importantes a la hora de cerrar un ejercicio:
- Balance de comprobación de sumas y saldos: Vamos a asegurarnos de que las sumas de débitos y créditos coinciden, y no hay desajustes.
- Revisión del Plan General Contable: Verificamos que las cuentas utilizadas se ajustan al plan contable vigente y no hay errores en las clasificaciones.
- Inventario: Hemos de contar y valorar las existencias de la empresa, para asegurarnos de que los números reflejan la realidad.
- Revisión de deudas y cobros: Vamos a revisar las facturas pendientes de pago y cobro para confirmar que están registradas correctamente y actualizadas. Aquí también es recomendable revisar la morosidad y aplicar provisiones para insolvencias según la normativa contable.
- Ajuste de ingresos y gastos: Registraremos los ingresos y gastos que corresponden al año en curso pero que aún no se han contabilizado, como facturas pendientes o pagos anticipados.
- Cálculo de depreciaciones y provisiones: Se ajusta el valor de los activos que pierden valor con el tiempo y se reservan fondos para posibles pérdidas futuras.
- Resultado del ejercicio: A los ingresos se restan los gastos, y así sabemos si la empresa ha tenido beneficios o pérdidas.
- Cierre de cuentas: Se realizarán los asientos contables necesarios para dejar a cero las cuentas de ingresos y gastos, y trasladar el resultado al balance final.
- Elaboración de informes financieros: Preparamos documentos como el balance de situación y la cuenta de pérdidas y ganancias, además de la memoria y el estado de cambios en el patrimonio neto, dependiendo del tipo de empresa.
- Presentación oficial: Enviamos la documentación contable al Registro Mercantil y a Hacienda en los plazos establecidos.
Ejemplo de cierre contable
Vamos a poner un ejemplo para que veas todo lo anterior de forma práctica. Supongamos que una empresa cuenta tiene los siguientes datos al terminar un ejercicio:
Ingresos por ventas: 100.000 €
Gastos operativos:
- Gastos de personal: 40.000 €
- Gastos de alquiler: 10.000 €
- Otros gastos operativos: 20.000 €
- Amortización de activos: 5.000 €
- Provisión por insolvencias: 2.000 €
Este es el cálculo del resultado antes de impuestos:
El resultado será: Ingresos – Gastos totales
- 100.000 € – (40.000 € + 10.000 € + 20.000 € + 5.000 € + 2.000 €)
Lo que se traduce en:
- 100.000 € – 77.000 € = 23.000 €
Ahora hacemos el cálculo del Impuesto sobre Sociedades del 25%
- 23.000 € x 25% = 5.750 €
Y el cálculo del Beneficio Neto, que es: resultado antes de impuestos – Impuesto sobre Sociedades
- 23.000 € – 5.750 € = 17.250 €
En definitiva, el beneficio neto será de 17.250 € y se traslada al Patrimonio Neto en el Balance de Situación. La empresa podrá decidir entre distribuir este beneficio como dividendos o retenerlo en reservas.
Este ejemplo se basa en el régimen general del Impuesto sobre Sociedades en España del 25%, pero el porcentaje podría variar según el tipo de empresa o beneficios fiscales aplicables.
El cierre contable es un proceso moderadamente complejo, en el que debemos cumplir con cada una de las obligaciones legales y fiscales en tiempo y forma. Si quieres que te asesoremos no dudes en contactar con nosotros aquí.