Un conflicto laboral es muchas veces una situación inevitable, y de esta contraposición pueden surgir nuevas oportunidades para el crecimiento de todas las partes implicadas. Por tanto, es importante tratar estos conflictos con diligencia y saber que son necesarios para seguir mejorando.
Desde Gestoría Iborra queremos contarte qué tipos de conflictos laborales podemos encontrar y qué se puede hacer al respecto.
Tipos de conflicto laboral
Según las partes que intervienen en dicho conflicto, este puede ser de los siguientes tipos:
- Intrapersonal: Lo experimenta un trabajador cuando hay una contradicción entre aquello que él estima que está ofreciendo a la empresa y lo que está recibiendo. Si existe esta insatisfacción, es importante comunicarla o que se detecte a tiempo para remediarla cuanto antes.
- Interpersonal: Intervienen varias partes y el conflicto se produce entre compañeros, o entre éstos y sus superiores.
- Intragrupal: Se produce en un grupo, y se ve motivado por malentendidos a la hora de repartir funciones o visiones distintas sobre un asunto.
- Intergrupal: Este conflicto laboral es el que se da entre distintas áreas de una empresa, generando un enfrentamiento entre departamentos.
- Organizacional: En estos casos el conflicto se da entre dos o más unidades organizativas.
Según las causas de este conflicto laboral, se pueden establecer estas tipologías:
- Conflicto de relación: Surge dentro de una empresa por diferencias de opiniones o un choque de personalidades, pero no impacta en la organización de la empresa ni genera cambios.
- Conflicto estratégico: Este conflicto laboral sí afecta a la empresa, ya que es un síntoma de que se requieren cambios estructurales para solucionar el malestar, y denota que la estrategia seguida hasta ahora no está funcionando.
Tipos de conflicto según su resultado:
- Conflicto destructivo o disfuncional: Es la peor situación, aquella en que la resolución no es positiva para todas las partes, y por tanto la empresa siempre se resentirá de tener este tipo de conflicto.
- Conflicto constructivo o funcional: Este es el escenario ideal, el conflicto se resuelve de forma beneficiosa para todas las partes, y por tanto la tensión previa termina dando como resultado una mejor situación a la que había antes de que se originase el conflicto.
Qué hacer para prevenir y solucionar un conflicto laboral
Por lo general es inevitable que surjan conflictos en entornos donde pasamos muchas horas con distintas personas, pero hay una serie de acciones que pueden hacerse para reducir el impacto de estos o conseguir que, si surgen, estén encaminados a un desenlace positivo:
Designa a responsables que tengan claro que han de prevenir discusiones o encaminarlas a un beneficio común. Tener encargados que sean responsables en este punto puede mejorar mucho el clima laboral.
Asegúrate de que estos responsables empatizan con los compañeros y entienden cuál es el sentimiento general de la empresa. Si existe un choque entre departamentos o si hay empleados que se están sintiendo mal, es vital entender su punto de vista y detectar este malestar, para que se pueda negociar lo antes posible.
Mantén una comunicación clara que siempre permita a los trabajadores tener claro qué pueden esperar de la empresa y qué se espera de ellos, con objeto de evitar que surjan insatisfacciones o haya un choque de expectativas.
Reúne a las partes implicadas en el conflicto laboral y asegúrate de que hay un intercambio de opiniones asertivo y respetuoso, donde no se permitan ataques personales o descalificaciones.
Estudia qué puntos en común pueden unir a las partes enfrentadas para identificar lo antes las posibles soluciones que pueden aplicarse. Asegúrate de que, como decíamos antes, ninguna parte salga perdiendo, porque el daño que puede originar a futuro es mucho peor.
En definitiva, un conflicto laboral ha de tratarse con mucho tacto y sólo de esta manera puede conseguirse un crecimiento conjunto. Si te quedan más dudas sobre los conflictos laborales o necesitas nuestra ayuda personalizada, puedes contactar con nosotros aquí.